En la actualidad la clasificación más utilizada en la clínica, es la propuesta por Rapin y Allen, quienes separan los trastornos en tres grandes categorías:
-Trastorno expresivo que incluye:
-Trastorno de la programación fonológica: Se caracteriza por la fluidez de producción con articulación confusa, mejoría de la calidad articulatoria en tareas de repetición de elementos aislados (fonemas, sílabas, etc). La comprensión no se encuentra alterada o es muy leve.
-Dispraxia verbal: Se caracteriza por la incapacidad masiva de fluencia, grave afectación de la articulación, enunciados de dos palabras que no mejoran con la articulación repetida. Comprensión normal o cercana a la normalidad.
-Trastorno expresivo/receptivo.
-Trastorno fonológico-sintáctico: Se caracteriza por presentar una fluidez verbal alterada, al igual que la articulación, sintaxis deficiente, variabilidad de dificultades de comprensión, aunque ésta es mejor que la expresión.
-Agnosia auditiva-verbal: Se caracteriza por la presencia de sordera verbal, fluidez verbal perturbada, comprensión lenguaje oral afectado o ausente, expresión ausente o limitada de palabras, articulación gravemente alterada y comprensión normal de gestos
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